Patrimonio. Con 2,5 millones de años de historia es el geositio con mayor data histórica en la zona.

 

Desde el año 2020, la Municipalidad de Lautaro a través del Departamento de Educación comienza un trabajo investigativo para recabar antecedentes que le permitan ser parte del Geoparque Kütralkura como puerta de entrada de este, realizando un levantamiento de sitios que cuenten con características de interés cultural, histórico, turístico y geológico.

Al día de hoy, la comuna del Toqui cuenta con diversos hitos ingresados dentro del geoparque, entre ellos, el parque Isabel Riquelme, la piscicultura (la más antigua de Sudamérica), la Ruka Museo en el sector rural de Vega Larga, y por supuesto, el cerro Malalhuan donde se ubica “El Sillón del Diablo”, el único geositio de la comuna.

Geoturismo lautarino

A 6 kilómetros del radio urbano de Lautaro aparecen los primeros atisbos del cerro Malalhuan, ubicado en la comunidad Pancho Cayuqueo, camino a Galvarino. Este cerro alberga un manto de formaciones rocosas entre las que destaca una de gran tamaño, y a la cual los locatarios denominan “El Sillón del Diablo”, el nuevo geositio de la comuna lautarina.

Un geositio, o lugar de interés geológico se define como una zona que contempla características esenciales en cuanto a la historia del territorio en ámbitos geológicos, lo cual permite indagar en el pasado de dicha región, es decir, un lugar que a través de su formación cuenta la historia de hace cientos, miles, e incluso, millones de años atrás.

Esta vez, se trata de una roca de origen volcánico con la singularidad de que su ubicación geográfica no concuerda con lo habitual, lo que le entrega un mayor foco de interés, tanto turístico como de investigación científica. Con 2,5 millones de años de historia, no existe otro sitio en el valle con esa data histórica.

El Sillón del Diablo, además de tener una formación rocosa que representa coladas de lava, posee una riqueza cultural que es representativa para la comunidad del sector. Se dice que este lugar representa un sitio ceremonial usado por antiguos brujos y machis para conectar con energías y seres espirituales. También, existen ciertas leyendas en torno a él por su característica forma de sillón, lo que le entrega su nombre.

El encargado de Turismo de la Municipalidad de Lautaro, Leonardo Lizama, comentó sobre la singularidad del sitio: “Este es el único lugar que posee características geológicas en Lautaro, lo que fue tremendamente relevante para ingresar al geoparque Kütralkura. Dentro de la actividad turística esto está especialmente dedicado para el turismo científico o para aquello que tiene intereses especiales. Además, desde la parte educativa es algo que está súper cercano al centro urbano, es un espacio ameno para caminar con colegios o adultos mayores porque no tiene una gran altura, así que prácticamente cualquiera puede visitarlo”, dijo Lizama.

Gestiones

Actualmente el municipio se encuentra en conversaciones con Conaf para idear un sendero turístico que además cuente con accesibilidad universal. Sin embargo, es difícil construir el sendero sin intervenir en la naturaleza que se busca proteger, por lo que el proyecto avanza sin apuro.

El alcalde de Lautaro, Raúl Schifferli Díaz, se refirió al geositio: “Hemos estado trabajando hace un par de años en reconocer este patrimonio natural. La historia plasmada en las rocas es inmensamente importante para el realce cultural e histórico de Lautaro, de la Araucanía y del país, sobre todo de los pueblos originarios que habitaron estas tierras y para conocer cómo se formaba nuestro planeta hace dos millones de años”, expresó Schifferli.

El Sillón del Diablo actualmente está habilitado para visitas sin ningún costo asociado, por lo que cualquier persona puede acceder a él a través de un sendero de solo 230 metros de longitud y con una altura que no supera los 200 metros sobre el nivel del mar, lo que significan alrededor de cinco minutos de caminata.

Cabe destacar que además de Lautaro, las comunas de Curarrehue y Cunco también ingresaron al geoparque Kütralkura, quedando conformado por siete comunas de la novena región, donde solo cuatro de ellas cuentan con el sello internacional de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la ciencia, Educación y Cultura) y las restantes se encuentran a la espera de la distinción.